La infancia, los ecos que encierra un color y cierta nostalgia por el ambiente rural confluyen en las obras de Yolanda Segura y Ángel Vargas, quienes presentaron sus libros O reguero de hormigas y Límulo, respectivamente. Esto como parte de la Mesa Jóvenes Poetas de Tierra Adentro, la noche de este martes 28 de febrero, en la 38 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Los creadores, ambos nacidos en 1989, compartieron con los asistentes algunos de sus poemas, su gusto por este género literario y parte de su proceso de trabajo.
“Me di cuenta que la poesía podía no tener rimas y eso fue una gran revelación. La poesía siempre es un lenguaje deslizado; es robar las palabras que sirven para otra cosa y llevarla hacia sentidos distintos, de ahí que la poesía sea siempre ideológica y política”, comentó Yolanda Segura.
Originaria de Querétaro y maestra en Letras Latinoamericanas en la UNAM, Segura habló de O reguero de hormigas, publicación en la que se pregunta: “¿qué es esto rojo que te asciende por el cuerpo? A partir de la mención de este color explora los ecos que encierra y desnuda este referente en apariencia neutro.
Mediante el montaje de fragmentos y la acumulación, la sangre se traduce en un rastro de la violencia, un recuerdo personal, la materia vital por excelencia, un terreno para hallar la identidad, la huella menstrual y el secreto que encierran los cuerpos tanto en su placer como en su fragilidad.
O reguero de hormigas conjuga con precisión un tono parco, una mirada descarnada y un tono capaz de conservar la fuerza lírica, sin dejar de examinarla críticamente.
Por su parte, el poeta guerrerense Ángel Vargas presentó Límulo, libro en el que la escritura es un viaje metafórico hacia el inicio del hombre (Dios, la infancia, la creación, los peces primigenios y transparentes de la memoria, el agua).
En esta obra, la infancia no es una etapa idílica, sino el momento de las primeras heridas marcadas por la diferencia, del descubrimiento y la sexualidad que nos negamos a reconocer en los otros.
El ganador del Premio de Literatura Joven 2012 y el Premio Estatal de Poesía María Luisa Ocampo 2015, también dio lectura a fragmentos del libro A pesar de la voz.
Comentó que los poemas están inspirados en la figura de los cantantes castrati, a quienes se les extirpaban los órganos genitales para que conservaran sus capacidades vocales y así pudieran lograr tonos angelicales en las ceremonias litúrgicas.
Sobre la poesía, aseguró que después de probar con ensayo y cuento, se dio cuenta que era en este género donde se sentía más cómodo.
“Me gusta que actualmente haya tantos poetas jóvenes escribiendo, de diversas generaciones y estilos diferentes. Sería muy triste encontrarse con una sola voz o poetas muy similares. Parece que el estado de la poesía es saludable”.
Por: saamo
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