Diputadas y diputados, no se necesita ser un investigador de la opinión pública, ni un antropólogo social, para afirmar que los jóvenes de México desprecian la política; que tienen pésima opinión de quienes practicamos esta profesión, y esto es sumamente grave, porque genera indignación e indiferencia.
La indignación, es un sentimiento que ciega, y que en la mayoría de los casos no genera compromiso de participación, sino marginación irresponsable cargada de una inmensa frustración.
Por ello, existe el gran peligro de que las generaciones actuales no le den continuidad a algo que se ha iniciado desde hace décadas y que hoy tiene un altísimo riesgo de interrumpirse: la consolidación de nuestra democracia.
Sé que mi propuesta corresponde a lo que se ha denominado acciones afirmativas, que están destinadas a una urgencia temporal, y que corresponden al principio de estímulos e incentivos para incrementar la participación política.
Sé que lo que debe funcionar, a largo plazo, es un mejoramiento de nuestra cultura política. Por eso, mi iniciativa es una respuesta a una urgencia, es una señal de que los órganos del Estado mexicano estamos preocupados por este problema que me atrevo a calificar, como el más grave de nuestro incipiente desarrollo político.
Hagamos un ejercicio de buena fe, sembremos confianza, fortalezcamos la credibilidad, pongamos a prueba nuestra capacidad de ser congruentes... porque todo eso se engloba en el compromiso de mejorar la política.
Sin mecanismos de participación no puede haber democracia, porque ambos requieren del acuerdo y del consenso. Sin política, no puede fortalecerse el Estado de Derecho, porque la adhesión de la ciudadanía al cumplimiento de la norma tiene que ser a partir de la convicción, y no del sometimiento por temor a la coacción.
A eso obedece mi convocatoria, ampliar los horizontes de futuro, tanto para la generación “X” como para los “millennials”. Dos generaciones distintas que comparten el mismo sentimiento y se convierten en una sola. Una generación angustiada, una generación lastimada, una generación indignada y altamente decepcionada.
A nombre de ellas, les pido aprobar la siguiente iniciativa que quiere llenar ese vacío y ser un humilde exhorto en un momento de turbulencia para sumar voluntades, que es la tarea básica de la política, que es levantar el ánimo de los mexicanos para dar resultados a los inmensos retos que nos demanda la ciudadanía.
Compañeros Constituyentes, mi propuesta específica, es garantizar que los partidos postulen un 20% de jóvenes con una edad máxima de 29 años en candidaturas a diputados locales de mayoría relativa y plurinominales, mismo porcentaje que se deberá garantizar en las listas de concejales para asegurar su representación en las alcaldías.
Es una iniciativa prudente. Busco motivar a los partidos políticos, les estamos dando una gran flexibilidad, por eso se establece que hasta los 29 años y sólo un veinte por ciento, para que no se perciba como algo difícil de cubrir por ser una cuota, sino que es una cuota mínima de representación.
Las asambleas parlamentarias tienen un déficit de representación. Somos dos millones de jóvenes que estamos entre los 18 y 29 años, más del 25% de la lista nominal, consideramos que debe hacerse un esfuerzo para que esa proporcionalidad se refleje en los órganos colegiados que deciden el futuro de esta capital.
Hablemos de tiempos. Si el poder judicial juzga hechos consumados y el ejecutivo ejerce y construye en el presente, el Constituyente enfrenta la inmensa hazaña de cimentar el porvenir.
Exhorto a mis compañeros a que den un voto de confianza, y apelo a la conciencia de quienes están aquí y recibieron a temprana edad, la oportunidad de servir a su país y que han demostrado a través de los años madurez y dignidad política. Por ejemplo:
* En el PRI, partido que orgullosamente represento, está Enrique Burgos, quien a sus 24 años fue presidente municipal.
* María Esther Scherman, 28 años, diputada federal.
* En el Partido Acción Nacional, Mariana Gómez del Campo, 25 años asambleísta.
* Mauricio Tabe, diputado local a los 29.
* En el PRD, Jesús Ortega, diputado federal a los 27 años.
* Tobyanne Ledezma, compañera constituyente, 28 años.
* Patricia Ortiz, diputada constituyente por MORENA, 29 años.
Y en mi caso, he representado a mi partido 4 veces en una boleta desde mis 21 años. Fui diputada local a los 28, y orgullosamente una de las constituyentes más jóvenes.
Tengo un compromiso con mi generación. Estamos refundando a la ciudad de México, y es nuestra oportunidad como constituyentes abrirles la puerta a los jóvenes para que su voz esté garantizada en el nuevo entramado institucional.
Abogar por los jóvenes es dar una visión más fresca de la política, es ir más allá. Los jóvenes de ahora se preparan para trabajos que hoy no conocemos y se enfrentan a problemas que nunca hemos resuelto.
Este compromiso que hemos asumido, y que hoy se prueba porque seguimos ejerciendo con dignidad esta profesión, nos compromete a impulsar esta iniciativa y a sentar en las bases de esta Constitución, un hecho histórico:
Garantizar la participación de los jóvenes en la política y así, le estaremos entregando a los capitalinos una ciudad con un nuevo rostro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario