En el 2016 el Instituto Mexicano del Seguro Social recibió por parte de la Secretaría de Hacienda, 222 mil 980 millones de pesos para cubrir sus gastos de ese año.
El 48.7 por ciento se destinó al cumplimiento de los compromisos laborales con los trabajadores en activo.
Otro 19 por ciento se fue al cumplimiento de las obligaciones del Régimen de Jubilaciones y Pensiones y apenas 15.1 por ciento a la inversión física (infraestructura y sustitución de equipo médico).
Los recursos canalizados a la modernización del Instituto son escasos. Debemos buscar alternativas para apuntalar la calidad y los servicios que ofrece el Seguro Social a más de 70 millones de mexicanos.
El pago de los compromisos laborales adquiridos con los más de 430 mil trabajadores en activo y pensionados no debe ser un pretexto para no explorar nuevos caminos que ayuden al fortalecimiento del Instituto.
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